Capitulo 29

Luego le tocó mover la botella a Danny. La giró y me tocó a mí. Elegí 'atrevimiento', para variar un poco. Tenía qué decirme que tenía que hacer... y conociendo a Jones, podría ser cualquier cosa. Repito, cualquier cosa.
- Portate bien conmigo, y no seas malo. - le dije entre risas.
- Mmm... dejame pensar... vas a... quitarte tu 'vestido', es decir, la camiseta que me has robado, y me la vas a devolver - dijo riendose.
- No! - dije mientras salía de la tienda corriendo, riendome. Él me siguió, pero se tropezó. Me reí de él, y seguí corriendo. Natalia y Dougie también salieron, y le ayudaron a atraparme.
- ¿Se puede hacer trampa? Es decir... ¿puedo taparle mientras se quita la camiseta? - dijo Doug, entre risas.
- Sí, eso sí. - Y así hicimos. Me quité la camiseta empapada de Dan, y se la dí, mientras Doug me abrazaba, tapandome. Fuimos así hasta la tienda de campaña, y ahí me puse mi ropa otra vez. Le dí una colleja a Danny. Seguimos jugando al juego, pero no paso nada interesante. Ya eran las 3 o así de la madrudaga, asi que decidimos irnos a dormir. La tienda de campaña no era muy grande, pero cabiamos los cuatro, un poco apretados, pero cabiamos. Natalia y Danny se durmieron enseguida. Estaban abrazados, qué monos. Natalia no era como las demás novias que tuvo Danny... y se veía que él la quería, y mucho. Doug y yo estuvimos un rato hablando, acariciandonos, blablabla. Me apetecía hacer lo de la noche anterior, pero claro, a ellos se les había antojado poner sólo una tienda de campaña. Tss.
La semana siguiente, nos despertamos temprano. El sol salió pronto, asi que fue imposible pegar ojo mucho tiempo. Cuando nos levantamos, nos dimos cuenta de que no habíamos traido nada para comer. Genial, que listos eramos.
- Pues, bueno... habrá que comer bocas - dijo Jones. Pues sí, habría que hacer eso. Después de besos, y más cosas, recogimos nuestro chiringuito y nos montamos al coche. Esta vez, conducía Doug. Yo iba a su lado, y los dos tortolitos atrás. Cuando llegamos a casa, Harry estaba en la puerta, esperandonos.
- ¡Por fin habéis llegado! ¡Rápido! Tom y Gio tienen que darnos una noticia, y no la van a dar hasta que estemos todos juntos - nos dijo emocionado mientras nos empujaba hacia adentro. Nos sentamos todos en el sofá, mirando a la parejita con los ojos como platos. No decían nada.
- ¡Venga, decirlo! - gritamos todos, al unísono. Ellos sonrieron, y se cogieron de la mano.
- Bueno, pues... después de unos meses intentandolo, lo hemos conseguido, y... - dijo Tom.
- Vamos a ser padres - continuó Gio. En ese momento, la casa de los McGuys se inundó de abrazos, felicitaciones, besos, incluso lágrimas. Simpre había querido ver un MiniMcGuy. Y Tom y Giovanna hacían una pareja taaaaaan bonita... sí, admito que yo fui de las que lloraron, junto con Natalia.